martes, 19 de febrero de 2008

Victoria balsámica contra un equipo sumiso

El pasado viernes recibimos en nuestro feudo al Nitida-Alzira, conjunto que en la ida de la competición nos hizo trabajar duro. Se presentaba un partido con numerosos atractivos, puesto que habían condicionantes que así lo propiciaban. Veníamos de dos partidos en los que tan sólo habíamos sumado un punto frente a El Pilar. Eso hacía que necesitásemos una victoria como agua de mayo.
Repasando el juego que mostró el rival en la ida, conseguimos destacar las virtudes y sus principales defectos, dónde nosotros deberíamos incidir.
De nada sirvió puesto que el Alzira vino a nuestra casa a dejar su puerta a cero, ya que desde el inicio del partido nos dieron el balón y se encerraron en su área.
Este hecho propició que nuestros principales tiradores sacasen sus armas a relucir y a intentar marcar desde el inicio ya que el rival nos permitía acercarnos subestimando nuestra capacidad goleadora.
De esta manera, fueron transcurriendo los minutos con Daniel, en su vuelta, como espectador de lujo y nuestras acometidas se acercaban con muchísima intención y dejaban endolorido el trasero de algún jugador del equipo contrario.
Aunque el rival nos dejaba no teníamos el convencimiento de poder marcar, ya que esa actitud del rival, lo único que hacía era generar un sentimiento de desconfianza por no encontrar una razón lógica a esa estrategia.
El partido iba transcurriendo y el marcador no se movía hasta que Raúl de potente chut, marcaba el 1-0 y tranquilizaba el ambiente.
Fue entonces en ese momento cuando esperabamos una reacción del Alzira que aún no había tocado más de tres veces seguidas el balón. Pero no ocurrió nada, parecía que habían venido a empatar o lo que es peor a que nosotros mismos nos metiésemos los goles en nuestra portería.
El entrenador no daba crédito a lo que veía y muchos jugadores del equipo le acompañaban.
Nosotros al ver el panorama continuamos con nuestro juego y en jugada de córner, de nuevo, Raúl convertía de chut cruzado el segundo gol a nuestro favor.
De repente un atisbo de vida surgía de algún que otro jugador del Alzira que veían que de esa manera no podrían ganar nunca el partido, y si tardaban mucho en reaccionar quizá tampoco empatasen. Poco duró la alegría del gol puesto que al filo de la segunda parte, en una jugada de córner básica, una empanada de la defensa dejaba entrar un potente chut en nuestra portería y le daba alas a un mal equipo.
La segunda parte fue diferente y confuso a la vez, el equipo visitante salió con su estrategía más que conservadora pero con mayor mordiente y agresividad, aunque tampoco en exceso. Pero parecía que lo que consiguió el Alzira en la primera parte fue más que un gol. El San Pedro Pascual, salió dormido, noqueado, perdido y sin rumbo...
No tocábamos balón, no hacíamos un buen pase, no jugábamos en equipo, pretendíamos hacer del Alzira un juguete en nuestras manos pero el egoísmo hacía su entrada y nos dedicamos a intentarlo pero no podíamos. Incluso en un par de ocasiones, el Alzira pudo empatar, al igual que nosotros también pero el marcador no se movía y Alex no se fiaba.
Fue entonces cuando en actitud de garra y coraje, Zapata bajaba un balón procedente de las nubes y a la media vuelta caía y chutaba pero el portero rechazó y desde el suelo, volvió a rematar e instalaba el balón dentro del arco.
El partido ganaba en tranquilidad pero el espectáculo era lamentable.
Acto seguido y con el encuentro prácticamente finalizado, Alfredo y Zapata combinaban una pared con la cabeza y Alfredo desde dentro del área batía cruzado al portero.
No hubo tiempo para más y el San Pedro Pascual respiraba con tres puntos, muy buenos puntos y preparaba la cita del siguiente encuentro contra La Font de la Figuera.

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